Las buenas nuevas desde hace tiempo

Han pasado demasiadas cosas nuevas en el mes de marzo, y todavía no estoy segura de haberlas asimilado como para sentirlas dentro de mi vida, dentro de mí. Es distinto ser actriz que directora, y de momento me siento fuera de escena aunque maneje yo mi propia historia.
He dicho lo que nunca creí que diría a nadie, porque ni yo misma me reconozco al decirlo, y he hecho lo que jamás pensé que llevaría a cabo.
En dos semanas ElAmigo y yo hemos confesado, yo mis dudas y él su afirmación. Desde entonces planeamos un pseudo-noviazgo que no se llevará a cabo excepto en un caso extremo, por todos los efectos colaterales que eso implicaría, el primero de todos, mis padres ya no le mirarían con esos ojos de inocencia, sería ahora la “amenaza” y pondrían su sistema simpático en alerta y posiblemente nuestra relación estaría más vigilada. Además habría que actuar ante compañeros, amigos, etc,etc… y eso es un poco incómodo, irreal (aunque para la mayoría de la gente sería una noticia esperable dado el tiempo que pasamos juntos, las horas de teléfono y ahora, nuestro secretismo cuando tenemos que hablar “del tema”).
Así que LaVampira del Long Play, resultó ser efectivmente un Vampiro (muy atractivo, todo hay que decirlo, que una sigue sabiendo diferenciar a un pivón), que conocí hace dos semanas en la puerta de El Sitio. Ese mismo viernes, en el mismo momento en el que yo conocía al Vampiro, conocía a la primera Ella que entra en este blog .Me dio un flyer y su número, me dijo que luego entraba, pero ya no la vi esa noche hasta que, ya tarde, en el Long Play una gorra azul bailaba en la plataforma con un chaval. No la saludé, otra gorra, en este caso negra, se había cruzado por el camino en el tiempo que estuvimos allí. No escuché su nombre , pero siempre hay una primera vez… en este caso efímera, de un rato.
Al día siguiente me llegó un mensaje de ella, me preguntó que dónde habíamos estado, que cómo acabó la noche… le respondí pidiéndole el msn, siempre es un vehículo seguro para conocer gente. Y sin quererlo ni beberlo (o sí), quedamos el martes de esta Santa Semana, después de haber estado hablando un poco por msn, y unos cuantos mails informativos acerca de nuestras vidas. El primer plan era ir al cine, pero la cartelera nos puso fácil elegir un plan alternativo. Vayamos por orden.
Quedamos en Kinépolis a las 7 de la tarde, primera cagada, no tengo ni idea de cómo llegar hasta allí en coche, me suena, pero saber,saber… La solución: callejero páginas amarillas (gracias Nanita, es mágico…). De todas formas hay que recurrir siempre a indicaciones prácticas como las que da mi madre para saber coger bien el Paseo de Extremadura en un momento en el q la M-30 debería llamarse S-30. Salí con hora y media de casa y aún así creía que no llegaba (llegué de sobra, 15 minutos). El segundo paso fue encontrar la puerta del TonyRoma’s (chupao) y ya, el final, esperar y reconocerla cuando llegase. Sentí una necesidad impetuosa de llamar a ElAmigo para matar esos diez minutos que quedaban, no estaba nerviosa, pero era…surrealista.
Llegó, la reconocí y subimos a elegir película. No encontramos ninguna que nos apetezca de verdad (ya me temía que me metía en una de miedo…¡yo! ¡que he visto The Ring entre los dedos de las manos!), pero surgió la idea de unos bolos ¡yuju!. Una partida de bolos, y luego un billar. Para este último había que hacer cola, así que entre coca-colas esperamos a que acabasen los que estaban, echamos nuestra partida (hablamos y hablamos…) y acabamos nuestra partida. Como beber y hablar no es compatible, todavía nos quedaba medio vaso cuando acabamos el billar, así q nos quedamos un rato más en barecillo que había justo al lado. ¡Y de repente eran las 10! ¡¿ya?! Perdidas de mi padre en el móvil “hija, ¿vives?” Sí papá, pero me quedo aquí a cenar… saltamos al 100montaditos y entre pitos y flautas ya eran las 11 y media pasadas. Hora de irse. La acerqué a casa, (….) y quedamos en que el viernes nos veíamos. Parece que las cosas se adelantan, Ella está en Madrid esta tarde, creo que me voy a dar un paseo por el Retiro.


Han pasado muchas cosas… dentro de mí hay una vorágine de pensamientos y emociones, me quiero dejar llevar, pero mi ineludible pensamiento racional salta de vez en cuando para advertirme del “peligro”. Miedo de nuevo, silenciado por la ilusión, ¿hasta dónde? Ya veremos.