Ella y el final de Semana Santa

Y me encantaría estarte susurrando 24horas al oído, recitando poesía, hablando de tu belleza y de la de tu cuerpo.
Querría que el mundo se volviese ciego, mudo y sordo; que nadie más fuese consciente de lo que te digo y te escribo, que sólo el que fuese capaz de entenderlo tuviese oportunidad de compartirlo.
Y si soy capaz de transmitirte lo que siento... cuando pienso, que necesito verte y tenerte junto a mí, que tu respiración acaricie mis labios y sean tus manos las que marquen el camino hacia los tuyos, cuando a la vez quiero ser invisible, que nadie pueda verme, que no haya testigos del delirio, que quede entre caricias, sin aplausos ni desprecios que opinen sin conocimiento.
¡Querría que se espantase el asustado, que naufragase el que ve a otros ahogados, que entendiese el supuesto iluminado!
Así todo sería más fácil, y podría intentar quererte sin sobresaltos, sin susurros forzados por que no oigan lo que diría a gritos, sin palabras encriptadas en el diccionario de los que no quieren ser descubiertos, de los inseguros, de los que tienen miedo; para decirte que has entrado en mis pensamientos.
http://www.youtube.com/watch?v=2wbCYZ7LtSM
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El jueves quedé con Ella, el viernes volvía a verla y ayer sábado aunque creía que no iba a ser posible, también tuve oportunidad... Como en una nube de la que bajo de vez en cuando para encontrarme con lo que se avecina, así ando.
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Se nos acaba la Semana Santa, MUAAA... no quiero!! empiezo con un semi-síndrome postvacacional... se acaba la buena vida, llegan dos meses de maratón. Se juntan estudios, cumpleaños y Ella, va a ser vertiginoso, lo sé.
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Me bajo a por el pan, que llevamos descongelando una barra por trozos tres días y a mí me gusta el pan crujiente del día (si encima cuando lo voy a comprar sale del horno.... puf se me está haciendo la boca agua...). Es lo malo de quedarse con tu hermana solas en casa, que hacemos pereza de bajar hasta a por el pan, bastante tenemos con cocinar algo decente que no sea pizza ni espaguetti a diario. Mañana ya llega el resto de la familia, qué pereza, me apetece verles, pero... qué pereza! con lo agusto que se vive sin dar explicaciones...