sábado, 26 de enero de 2008

Dos y dos

Después de un día más de estudio, lo mejor que se puede hacer es darse un paseíto ;). Quedas a cenar, y entablas conversación entre croquetas y abrigos (que es lo que tiene el ir a sitios donde un amigo tarda 6 minutos en atravesar el montón de gente aglomerada en el pasillo para llegar hasta tu mesa). Acabas y te vas a tomar un algo con musiquita de fondo en un bar que ese día estrenabas tú. La gente se va, pero tú te quedas bien acompañada, sin enterarte de que pasan los minutos, y da tiempo a que dos amigos vengan para darte, básicamente, las buenas noches. Subiendo ya por la calle, te encuentras a la amiga del colegio que te ha informado hace unas horas a través de un correo de que vuelve a tener “pareja”. Ella va acompañada de otra ella, ¡anda! Presentaciones y cuando ya las cuatro nos conocemos, nos despedimos. Ala guapas, que nosotras nos vamos a casita ya… y nos dirigimos a la plaza de Chueca y me estoy despidiendo, levanto la vista y las veo de fondo, de frente e intuyo que de piedra. ¡Pero qué ---- hacen ahí!!?? ¡Si habían ido en la otra dirección!! ¡Toma salida del armario! Así que, en vez de coger el metro, te vas acompañada de nuevo a coger el búho, que ese día ha decidido llegar media hora tarde. Y al principio la espera es hasta agradable, porque puedes jugar a cruzar de acera sin que te atropellen los coches. Cuando ya no tienes entretenimiento te cagas en todo y llega el momento en el que te acuerdas de que ese día has metido la música ¡salvada!

viernes, 18 de enero de 2008

Descanso a media tarde


Un banco de cara a la ventana, naranja, el cielo me refiero y azules, tus ojos de nuevo. Estoy disfrutando de un rato de descanso, tratando de no hacer caso a todo lo que nos rodea, de ignorar el frío y el ruido, el sueño y el fonendo. Y que no me quieran convencer de que no hay paisajes bonitos en Madrid. Mis zapatillas nuevas al trasluz de una puesta de sol. Derrite de nuevo el vidrio que atraviesa para imprimirse en mi mente como una imagen que añadir a la reserva del cajón de sastre donde cualquier sensación agradable tiene cabida para ser rescatada en momentos monótonos, cuando todo sabe soso. Se ha caído el sol, me vuelvo a mi silla, me secuestran, no opongo resistencia.

sábado, 12 de enero de 2008

Reiniciando

Sin prisa, sin pausa, despacito y buena letra.
Mi año empezó bailando, desayunando churros, viendo una pelea. Siguió entre apuntes, risas y caricias. Llegaron los Reyes con las zapatillas que llevaba persiguiendo desde el verano. Conocí 13 valientes rosas, salimos 3 inconscientes y nos encontramos a otros 3 que nos perseguían pensando que éramos las únicas hetero del lugar. Mecano me volvió a hacer vibrar y los amigos invisibles despertaron sonrisas. Empieza otro año...Con viajes a la vista, planes pospuestos a marzo y propósitos que intentan mejorar a los anteriores.