viernes, 30 de marzo de 2007

Espacio vital


Todos tenemos un círculo que nadie puede penetrar, un área personal que debe ser respetada, un espacio vital.

La confianza es muy difícil de conseguir y una vez que crees tenerla, es muy fácil perderla ("La confianza da asco"), pero es la que te permite conocer a las personas, conocer su espacio.

Primero rodeas el área de descanso , donde se encuentran las generalidades de cada uno y comienzas a compartir espacio ( opinas sobre el tiempo, lo pesada que es la portera o mon@ que es el/la que se te ha cruzado). Poco a poco se van solapando los círculos y llegas a la zona Danger!! comienzas a hablar un poco más de ti, de tus problemas, presentas amigos y sus espacios correspondientes... y tú preguntas e intentas llegar a esas inquietudes ajenas. Y de repente, sin saber cómo, das un paso en falso, tocas su fibra sensible ( jobbies, estudios, amigos® ....lo que sea) y como en esos sueños en los que estás al fondo del pasillo y la puerta a la que quieres llegar se aleja, lo que era un círculo ahora es una alambrada de espinas y corre brisa helada entre tú y la otra persona. No lo dice, en principio nada ha cambiado, pero lo intuyes, sabes que has dado con el límite. (Y este esquemita se puede complicar a la enésima potencia cuando introduces factores como:1.digo algo pero en realidad siento lo contrario2.no quiero que te acerques, pero por favor no te vayas3. te quiero y te odio, etc)

¿Por qué no salimos de fábrica con una línea contínua alrededor de esos sentimientos en los que nadie se puede entrometer? ¿por qué no llevamos un cartelito que indique a los demás que ciertas relaciones las sientes tuyas y que cualquier tercer elemento sobra? ¿por qué?Pues, es inexplicable, y yo siento que muchas veces paso por la tangente de los cículos, rozando el límite en el que te pueden mandar a la mierda. Porque un día sientes que la confianza te permite acercarte un poco más, y al acercarte, el círculo del otro no sólo no reduce la zona de línea contínua para que llegues cada vez más a él, sino que parece que además disminuye la zona de línea discontínua, y corres el riesgo de que salte la alarma del museo personal.

Resulta difícil, desesperante, contradictorio... ¡y muy interesante!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Buff, caris, mira que tocas partes sensibles!
Confesion privada en blog publico:
Yo soy de los que quiero conocer gente, epro cuando noto que llega el momento de dejar paso a mis circulos intimos, los que guardan las cosas buenas y malas importantes de mi, siento tanta vergüenza y tanto miedo a revelarlos que huyo. Y así me va. Hago ver que es un sentido acusado de independencia, de querer mantener una esfera propia. Pero no es así. En realidad, son solo miedos.

Bettyboop dijo...

En respuesa a lo que dices tu y lo que dice Fran: La verdad es que yo no comparto esos sentimientos porque yo no soy capaz de tener esa linea discontinua y por lo tanto me es imposible saber dónde está la de la otra persona.
Pero, en cualquier, caso tampoco es necesario llevar ese cuidado tan exquisito a la hora de conocer gente. Es más fácil que todos seamos asertivos y digamos que no cuando no queremos hacer tal o hablar de cual... es más fácil...

Caris dijo...

Fran: Estoy de acuerdo, el miedo nos oculta a los demás. Yo también tengo tendencias escapistas...pero a veces después de dar a conocer una parte de mí, me siento desnuda, en evidencia y pongo tierra por medio. Tenemos suerte de que haya gente que sabe tratar con este tipo de miedos, gente paciente, con tacto.

Betty: Qué razón tienes! Puf, pero es muy difícil ser directo. Siempre he apreciado un montón a los que saben hablar claro. Son esos muros de Berlín que sin querer marcamos los que nos hacen dar rodeos... conseguiremos que caigan tb estos.

Un besote

Anónimo dijo...

Recientemente me encontré con tu blog y he estado leyendo a lo largo. Yo pensaba que iba a dejar mi primer comentario. No sé qué decir, excepto que he disfrutado de la lectura. blog de Niza.

Anónimo dijo...

Hace tiempo que no escribo por estos lares y de repente mi bandeja de entrada me avisa de que tengo un comentario. Me alegro de que disfrutes con lo que fui escribiendo por aquí. He querido encontrarte, pero me temo que no lo he conseguido.
He tenido en mente continuar escribiendo, en este u otro blog, pero hasta entonces, si me das alguna pista más o un link, por lo menos puedo leer lo que tú escribes. Muchas gracias, que pases un buen día.