¡Fuegooo!

En menos de una semana he visto arder algún elemento comestible en mi cocina dos veces... y cuando me refiero a arder, digo llameante.
Una mañana de Semana Santa, siguiendo la rutina, me levanto, enciendo la cafetera y a la vez que ya está la leche dando vueltas en el micro, meto la tostada en la tostadora, pero esta vez en la que está estropeada y no salta sola (sólo decir que tengo que encajar una paleta de cocina para que se sujete el botoncito y no salte, y si no lo quito, la tostadora sigue tostando...) Así que saqué la leche del micro, me hice el café y al darme la vuelta algo me iluminaba ¡coñ' la tostada!... salía una llama de la tostadora... momento de incertidumbre ¿qué hago?... ¡las pinzas de la ensalada! Así saqué la tostada, la llevé al fregadero y di muerte al fuego y vida al humo ¡qué humareda!. Segundo intento...segunda tostada...esta vez no salió llama, pero se me volvió a quemar... ¡estoy en la parra! A la tercera fue la vencida, sujeté yo directamente el botoncito.
Hoy... ha habido fumata blanca en mi casa. La historia comienza con unos filetes en adobo que a las dos de la tarde todavía estaban escarchados. Había llamado mi padre diciendo "Que vamos para allá la abuela y yo, llegamos a comer" Chachi, los filetes tiesos y mi padre de camino... En mi familia siempre somos así de espontáneos, nos dan prontos, decimos que no y al rato es que sí, dicen que vienen por la tarde y de pronto se presentan a comer.
Había que dar una solución a los filetes, así que los puse en un plato e intenté que éste se sujetase sobre el radiador, pero basculaba un poco. Idea rechazada. Segunda idea: microondas, no, se cuecen. Idea rechazada. Tercera idea: Enciendo la vitrocerámica, que se caliente un poco y dejo el plato encima con el calorcito. ¡Eureka! Así q cojo una sartén que teníamos por ahí con aceite reciclado de la noche anterior (esta sirve) y enciendo la vitro. Me voy a mi cuarto dos segundos y cuando vuelvo ¡fuego! ¿¿¡pero cómo!?? el aceite era reciclado, las miguitas de los nuggets son altamente inflamables... Solución ¡rápido! ¡que se me quema la casa!... trapo no que arde... ¡ya está! para apagar el fuego ¡extintor! Así que cogí el extintor de mi casa y de un soplo las llamas ya no estaban, las había sustituido el polvito blanco innífugo. Mierda, la cocina patas arriba y sólo quedan tres cuartos de hora para que llegue mi padre. Una de limpieza exprés, ventilación de vendaval en casa y ¡din don!... Sonrisa y "Hola papá!" No se dio cuenta de que tenía yo un susto de campeonato porque estaba ya friendo los filetes y emanaban dulce aroma a adobo que escondía detrás de él todos los productos de limpieza que previamente había empleado.
Ahora sólo tengo un problema, el extintor se ha descomprimido y lo tengo que llevar a que lo recarguen ¿dónde? ni idea.