¿Y qué sucede cuando estás a punto de explotar? ¡Ah! Y cuando necesito gritar que esto no es más que la expresión que surge de ver que mi alrededor es una gran mentira, que todo mi entorno gira cerca de lo que mi autoconvencimiento ha conseguido que sea mi vida, aquello que parece la verdad más pura y es más mentira que ninguna, jamás contada. Porque me veo aquí sentada intentando expresar lo que siento y sólo salen palabras desde el resentimiento, hacia mí misma, por no aceptar la duda, de no aceptar la impotencia de ver que ni la ciencia, es capaz de explicar lo que corrompe mi mente, me quita el sueño y hace que se haga otro dueño de mi vida, ¿miedo?, eso ya lo he leído, es un tema recurrido y digno de tener en cuenta, escrito cinco letras, dicho en dos segundos y callado durante toda la vida, por si alguien se da cuenta de que eso es lo que me impide aclarar la cabeza; por si alguien se da cuenta de que desear mucha mierda sería aquí preciso, somos actrices en la vida, tras un telón hecho de plomo y mientras unos son capaces de retirarlo y hacer visible su gran actuación, otros esconden el drama y lo dejan en la cama, lo comparten con el almohadón, que es el único capaz de entender que no tienes fuerzas para descorrer el trozo de tela, rasgar la careta y descubrir tu verdadero reflejo, en el espejo, que ha sido hecho para quien se quiera ver y quiera ver lo que dicta el que lleva encerrado en el pecho.
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