domingo, 9 de diciembre de 2007

He visto la luz...

...literalmente, que he salido de mi casa media hora y casi me ciegan los rayos de sol. Desde que empezó esta maratón de tercero, nuestra vida social se reducía a uno o dos días a la semana de 23:00h a 1:00h, y la luz natural quedaba para alumbrar los apuntes. Esta mañana, cuando mi neurona ha dicho basta, las zapatillas me esperaban y los cascos me daban musiquilla. He llegado al Retiro y olía a otoño, las hojas que están cayendo de los árboles tapan ya las que han sido más precoces ya empapadas y rotas en el suelo, dando ese olor característico de tierra y hoja mojada que se mezcla con el aire frío respirado y el calor del sol sobre la piel. Mientras vas avanzando entre niños con gorros medio caídos y bufandas que van arrastrando por el suelo, ancianos dando su paseo del aperitivo y guitarristas bucólicos, te das cuenta de que se te ha olvidado que tenías cosas que hacer, que no tienes tiempo, que tienes que correr. Una sonrisita invisible te va apareciendo en la cara sobre la que el sol intenta reparar el color azul flexo y la luz ya no te molesta, los colores son más vivos y el resto de neuronas se han despertado. Llego a casa, me ducho y ya estoy lista para otra tarde de embutir conceptos. Y una canción que levanta sensaciones...

2 comentarios:

Nebulina dijo...

El año pasado me hice fotofóbica..entraba a la facultad aún de noche, no tenía ventanas durante las clases, y salía de cuando ya había oscurecido...como aprovechaba los rayos que veía madre mía xD
La fuga^^
Un beso!

LoveSick dijo...

hay tardes de una gran belleza que de repente se abre a nosotros y de repente te preguntas: ¿siempre son así? o es que especialmente hoy la nostalgia se desborda allá donde mire?