martes, 16 de septiembre de 2008

:D Un poco del viaje :D

Aiss :D qué ilusión más grande vuestros comentarios chicos!
Bueno, aunque Nebulina no quiera del todo, yo algunas cositas tengo que contar.

Para empezar, el que no lo tuviese en su lista de cosas que hacer a lo largo de su vida, que añada: Ir a Rumanía. Sí, a ese lejano país del que vienen tantos gitanos y tanta otra gente que pasa inadvertida. El mismo lugar que sirvió a los americanos para crear su historia de terror de vampiros, una de las zonas del este de Europa con mayor número de monasterios y con unas montañas verdes preciosas que merece la pena visitar. Allí pasamos largo tiempo de nuestro viaje y nos vimos arropados por el calor de la gente rumana. Viví lo que yo esperaba: una inmersión en su cultura.
Para continuar, por favor, el que tuviese pensado ir a Hungría o Polonia, mucho cuidado con los revisores de tren, ante la mínima irregularidad en tu billete, te clavan la multa. No vale suplicar ni intentar explicar tu situación. No sirve decirles que se te ha olvidado poner el número del día en que viajas aunque sea cierto, o que según te has bajado de un tranvía te has cogido el siguiente que es en el que venían tus compañeros. La frase es la misma ‘To pay, or not to pay, g oto police!’. Y se quedan tan anchos, y se saben dónde está la norma en el panfletito que te enseñan y señalan con el correspondiente importe de la multa. Evidentemente se lo quedan ellos ¿pero cómo le explicas a alguien que no habla bien el inglés en su propio país que quieres pagar a alguien con algo de seriedad? Un mísero ticket de panadería y un adiós es lo que obtuvimos, y yo un cabreo considerable y cara de tonta.
Multas aparte, ambos países fueron también una caja de sorpresas.
Y ya por último (por hoy), quien quiera una gran parrillada o plato combinado en un restaurante por el módico precio de 5 euros, acuda a Bulgaria. Coqueto y barato, apto para estudiantes (como los pisos de 30m2 pero de verdad a lo bestia). Plovdiv y Veliko Tarnovo, juas, que ciudades más pueblo… y estaba pasando el Rally Mongolia por allí, y vi mi primer espectáculo de folklore español en un festival internacional, y cociné arroz…
Casi se me olvida…algo imprescindible cada día era dar el parte gastrointestinal, tanto por exceso como por defecto, los 4 componentes del grupo PACK, nos vimos afectados. Todas nuestras conversaciones a la hora de comer acababan derivando en temas médico-escatológicos. La enfermedad nos cogió sólo en Estambul a Nanita y a mí, un té mal hervido nos hizo coincidir en el baño por la noche. Al día siguiente, suero, agüita de limón y poco a poco coca-cola, jamón y plátanos. Mira que me gustan poco, pero me salvaron de la flojera con la que me había quedado.
El resto del viaje, fue sobre ruedas, o raíles.

Mañana empiezo las clases, muaaaaaa, snif. En fin, qué se le va a hacer, un año más.

2 comentarios:

JB dijo...

Rumanía, Hungría, Bulgaria... exótico viaje, el tuyo :)

Nebulina dijo...

que envidia me dais todos los interraileros :P
Un besazo!